Dificultades en la escritura : disortografía

¿Qué es, en qué consiste?

El trastorno del desarrollo del aprendizaje con dificultades en la expresión escrita se caracteriza por dificultades significativas y persistentes en el aprendizaje de habilidades académicas relacionadas con la escritura, como la precisión en la ortografía, la precisión en la gramática y la puntuación, y la organización y coherencia de las ideas por escrito. En estos casos, el desempeño del individuo en la expresión escrita está muy por debajo de lo que cabría esperar para la edad cronológica y el nivel de funcionamiento intelectual, y da lugar a un deterioro significativo en su funcionamiento académico. 

Este trastorno no se debe a un déficit del desarrollo intelectual, discapacidad sensorial (visión o audición), trastorno neurológico o motor, falta de disponibilidad de educación, falta de dominio del idioma de instrucción académica o adversidad psicosocial.

International Dyslexia Association, 2002, define disgrafía de la siguiente manera:  «Gráfico se refiere a producir formas de letras a mano. El sufijo ia se refiere a tener una condición. Por lo tanto, la disgrafía es la condición de dificultad para escribir a mano y, a veces, para deletrear». 

Se manifiesta cuando la escritura es ilegible, insegura, desproporcionada o demasiado lenta y supone, como en el resto de las dificultades específicas, un serio obstáculo para el conjunto de aprendizajes escolares.

¿Cuáles son las señales o indicadores que podemos observar?

  • No se respeta la ortografía natural, escribir como suena (esto es habitual al comienzo, pero conviene hacer un seguimiento e intervenir). Errores en la conversión de fonema a grafema o letra: omisiones, sustituciones o inversiones.
  • Comete muchos errores al escribir con respecto al grupo clase:
    • Separación incorrecta de las palabras.
    • Letra ilegible.
    • Incorrecciones al escribir: omisiones de letras, adicciones, sustituciones, rotaciones o alteraciones de posición.
    • Escritura incorrecta de las palabras (ortografía arbitraria).
    • Comete muchos errores al copiar.
    • Evita situaciones en las que tiene que leer o escribir.
  • A partir de 3º de Educación Primaria...
    • Tamaño de letra irregular/ Espacios entre las palabras irregulares/ Ilegibilidad por uniones incorrectas de letras/ el trazo (demasiado grueso/suave).
    • Escritura lenta y con dificultad.
    • Postura y posición de agarre inadecuada.
    • Le cuesta escribir al dictado.

¿Qué podemos hacer en el aula para ayudar a estos niños y niñas?

El proceso de aprendizaje de la escritura es largo, complejo y no ocurre de forma lineal. Al igual que ocurre con la lectura, en la escritura existe una relación entre lo oral y lo escrito. Las bases de la escritura se establecen de manera formal durante 1º y 2º de EP. A medida que se van introduciendo al mundo alfabetizado y van descubriendo nuevas formas de usar la lengua, en las que el emisor y el receptor no comparten el mismo lugar y tiempo, las producciones escritas de los niños y niñas serán cada vez más largas, porque la cantidad de información que se ha de explicitar es mucho mayor.

Según la Teoría de la Triple Forma de la Palabra de Berninger et al. (2010) hay unidades en la memoria para la fonología, la ortografía y la morfología. Es decir, en la memoria de trabajo se recoge, analiza y procesa, la palabra oral (fonología), la palabra escrita (ortografía) y la estructura de la palabra (morfología). Estas tres formas de presentar las palabras (fonológica, ortográfica y morfológica) influyen en la escritura y la lectura.

Por lo tanto, el proceso de la escritura, al igual que la lectura, consiste en conocer y coordinar las partes existentes dentro de estos tres niveles de palabra y puede haber problemas al formar la palabra en cada uno de ellos o en la coordinación de las tres. La progresión en el aprendizaje no es lineal, éstas están interrelacionadas entre ellas.

Otra idea que refleja la relación entre lo oral y lo escrito es la relevancia de la conciencia fonológica es un componente clave en las etapas iniciales del aprendizaje de la lectura, pero también lo es en las de la escritura. Esto se manifiesta en la descripción evolutiva del desarrollo de la escritura por parte de Ferreiro y Teberosky (1979). Se constata por ejemplo en la etapa silábica cuando se observa que la conciencia fonológica es parcial y sólo algunos fonemas se transcriben en letras (por ejemplo, OEA, representando por ejemplo a COMETA). Según se van adquiriendo las habilidades fonológicas se consigue una segmentación exhaustiva de la palabra y finalmente, la correspondencia exacta entre grafema-fonema. Conocer estas etapas facilita una intervención más ajustada a las necesidades de cada niña o niño.

La enseñanza de la escritura, como ya señaló Vygotsky, muchas veces se realiza como una habilidad motriz y no como una actividad cultural compleja. Los niños y niñas que vivencian este aprendizaje como una necesidad real de comunicación, mediante actividades auténticas, entenderán mejor el proceso. Si además reciben una enseñanza en la que errores y aciertos se emplean como fuente de información para construir su propio conocimiento y en la que se valora el intento, se evita que se frustren y que lleguen a verbalizar el “no sé escribir”

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Como viene recogido en el estudio de Education Endowment Foundation (2018), las prácticas educativas recomendadas en el ámbito de la escritura son las siguientes:

  • Proporcionar oportunidades para escribir y desarrollar la motivación por la escritura.
  • Conseguir una escritura manual eficiente.
  • Desarrollar estrategias para planificar y supervisar la escritura
    • Borradores, editar y revisar
    • Compartir
  • Escribir de forma fluida y precisa.
  • Ofrecer la posibilidad de practicar a menudo y evaluar la propia producción.
  • Impulsar la motivación para alcanzar la cantidad de práctica necesaria.
  • Recoger la suficiente información para que el alumnado con dificultades tenga la ayuda necesaria y se evite repetir los errores.

En cuanto a las pautas concretas de intervención en el aula...

Escritura de palabras y textos:

  • Descomposición de palabras en sílabas (palmada por cada sílaba, analizar letras de cada sílaba, repasar y al final unir toda la palabra).
  • Trabajar la vía léxica u ortográfica para intentar crear representaciones ortográficas de las palabras (sopas de letras, listas de vocabulario…).
  • Trabajar explícitamente palabras de uso frecuente.
  • Automatizar los procesos básicos de escritura (para poder centrar la atención en la composición escrita).
  • Enseñar explícitamente los pasos para redactar un texto:
    • Planificar
    • Escribir
    • Revisar
  • Automatizar los procesos básicos de escritura (para poder centrar la atención en la composición escrita)..
  • Trabajar la estructuración de frases.
  • Trabajar los nexos y conexión de ideas.
  • Trabajar diferentes tipos de textos

Pautas para mejorar el trazo:

Actitudes y prácticas:

  • Eliminar trabajos suplementarios repetitivos y sin sentido.
  • Suprimir valoraciones negativas a causa de la escritura deficiente.
  • Favorecer la participación de la familia con la finalidad de seguir las mismas pautas y no desorientar al alumnado con indicaciones contradictorias

Trazo:

  • Control postural: estar bien sentada, nalgas y lumbares apoyadas que faciliten que el brazo, mano y dedos estén en posición correcta.
  • Una buena “pinza” para poder sujetar el instrumento.
  • Mejorar el agarre del lápiz: adaptadores, lápices gruesos, gomas, etc.
  • Corregir la postura de la niña o niño cuando se sienta a escribir.
  • Dedicar unos minutos a ejercicios de relajación antes de la actividad, así como de lateralidad y de esquema corporal (por ejemplo: señalar las partes del cuerpo de su compañero).
  • Trazo guiado: la persona adulta guía la mano del niño o niña mientras subraya con la tiza o rotulador líneas dibujadas previamente.
  • Entrenamiento del trazo al aire, en arena, en la espalda, etc.
  • Adaptar la hoja al tamaño de la letra (no al revés), progresivamente ir reduciendo hasta el tamaño adecuado.
  • La pauta debe servir de ayuda, no lo contrario. Utilizar pautas simples.
  • Permitir escribir con letras impresas (madera, goma, papel...).
  • Utilizar soportes e instrumentos variados (pizarra vertical, pizarra pequeña, con recubrimiento de plástico, hojas variadas, rotuladores...).
  • Ofrecer materiales escritos en diferentes tipos de letra para trabajar la relación entre ellas (mayúscula, minúscula, imprenta, ligada).
  • Fomentar espacios para la expresión artística libre (dibujo, pintura…) de manera que vaya apropiándose de aspectos ergonómicos que le faciliten la escritura, así como la realización de trazos presentes en los signos que componen nuestro sistema de notación.

Metodología

  • Fomentar el interés y curiosidad por los temas.
  • Adecuar la complejidad y extensión del texto, aumentando su experiencia gratificante y exitosa.
  • Instruir de forma explícita, sistemática y directa en habilidades de expresión escrita.
  • Realizar prácticas de escritura en diferentes áreas y contextos.
  • Fomentar la motivación y el aprendizaje autodirigido, ofreciendo herramientas para aumentar la capacidad para enfrentarse a las tareas que implican la escritura de forma independiente.
  • Ofrecer prácticas de aprendizaje colaborativo basado en texto, que involucre  a los alumnos interactuando entre sí en textos variados.
  • Trabajar con textos con diferente dificultad y temática.
  • Emplear herramientas tecnológicas.
  • Realizar evaluaciones formativas continuas  que le permita conocer su propio progreso (esto se puede realizar diariamente de forma informal).
  • Tutoría personalizada.
  • Dedicar más tiempo a tareas de escritura.

La evaluación

La evaluación debe ser continua, contextual, sistemática e integral. Se debe evitar que la nota de un examen tenga todo el peso en la nota final. En este sentido, el apoyo de la evaluación en recursos como la agenda, la carpeta portfolio, los esquemas conceptuales, etc., ayudan a organizar mejor la gestión del tiempo de aprendizaje, así como la evaluación.

Podemos utilizar variadas y complementarias formas de evaluación, adecuando esta siempre a las características de nuestro alumnado:

  • Considerar la tarea como informadora de su proceso de aprendizaje.
  • Valorar la realización diaria de las tareas y entrega en los plazos acordados.
  • Dar importancia al esfuerzo. 
  • Valorar el logro de los objetivos mediante la elaboración de proyectos, de trabajos, esquemas, mapas conceptuales, resúmenes, ...
  • Realizar cuestionarios cortos y frecuentes sobre conceptos trabajados.
  • Anticipar información sobre modelos de buena presentación de los trabajos: esquema a seguir, tipo de letra, formato…
  • Anticipar una rúbrica sobre los criterios de evaluación del proyecto o el trabajo.
  • Corregir con rapidez las actividades: cuanto más se demora la corrección más desvinculación hay con la tarea y cuando se hace de forma más inmediata se motiva más.
  • Transmitir expectativas positivas.
  • Ampliación del tiempo en el examen.
  • Lectura inicial del examen en voz alta por parte del profesor y cuando sea necesario.
  • Informar sobre la estructura del examen para organizar el tiempo y recalcar las instrucciones de forma personalizada al alumno/a.